miércoles, 23 de marzo de 2016

La vida es sueño



Sumido en un profundo letargo
Donde sueño y realidad se confunden
La línea que los separa se hace cada vez más difusa
Y me impide despertar.
La vida es sueño, y los sueños, sueños son.
Sólo la muerte que me aguarda plácida en lo más hondo de mi pecho,
será capaz de abrirme los ojos a lo real.
El dolor, es pesadilla infinita.
La tristeza, lágrimas que nunca se derramaron.
El amor, un pajarillo agitado, que mueve sus alas a través del viento, que surca cielos y planea.
Planea tocar con sus pies la tierra.
La alegría bombea mi corazón, y es como espuma de ola sobre mi piel, que seca el dolor y la tristeza, que abre paso al amor.
El amor, como una llama que me abrasa, que me abraza.
Amor de padres
Amor de hermanos
Amor del dulce y del amargo
Amor que nace contigo
Amor que crece con nosotros
Amor que muere conmigo.
Todo mientras duermes.
Nada cuando mueres,
Ni cuerpo, ni casa, ni trabajo, ni dinero, ni cañas en los bares, ni spaghettis a la boloñesa, ni ganas de hacer pis, ni gafas, ni periódicos, ni días de playa, ni noches de fiesta...o quizás sí.
Quizás todo eso,
Condensado en la espuma de ola que rompe contra mi pecho, aunque no haya agua, ni pecho.
Esa paz infinita, esa pura realidad,
Que sólo la muerte puede ofrecernos.
Gracias a la vida, que sueño. Gracias a la muerte, que despierto.

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